miércoles, 12 de octubre de 2016
martes, 19 de julio de 2016
martes, 26 de abril de 2016
CAMINANDO EN MEDIO DE LA PRUEBA
"Hermanos
míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo
que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra
completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa
alguna. "
(Stg 1:2-4
RV60)
La vida del creyente está marcada por las pruebas y
las bendiciones, nunca estaremos exentos de ser atacados por el mal y
alegrarnos por todas las bendiciones que el Padre creador dispone para
llenarnos, esta dicotomía será parte de nuestras vidas hasta el fin de nuestros
días, es parte de andar por este mundo. Siempre estamos preparados para ser
bendecidos, pero casi nunca para la prueba. El Apóstol Santiago nos habla de la
importancia de manejarnos en momentos en que la Prueba llega y provoca una
crisis, disponiéndose a hacernos pasar una mala temporada.
A veces pensamos que estar del lado de los escogidos, nos
hace inmunes a las pruebas, y que solo los no creyentes sufrirán los efectos de
ese embate. Lo único que puede hacer la diferencia en este sentido, son las
maneras como las enfrentamos, y las herramientas que usamos para neutralizar
esos incómodos momentos. Tener al Señor de nuestro lado y aplicar los
principios establecidos en Su Palabra proveerán de sabiduría necesaria para
sortear estos ataques, que sin duda tendrán la influencia del mal entre
sus redes.
Otra cosa importante es saber que la prueba es un método
de Dios para pulirnos, "No todo lo que brilla es oro"
dice el adagio popular, pero para no brillar con luz falsa sino con la luz
propia, es necesario que pasemos por el horno acrisolador del Maestro "Y si sobre
este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas,
madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará
manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será
revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. (1Co
3:12-13 RV60)", para sacar el brillo de
nuestro interior y quemar todas las impurezas que lo opacan.
"Todas las pruebas las puedes superar, ninguna es tan grande como crees, Dios siempre dará la salida aunque el resultado, por el momento, no sea satisfactorio"
Pastor
Juan Rivero.
Te propongo 3 pasos importantes para caminar en medio de la Prueba:
1.- DEBES ESTAR ENFOCADO
Las gríngolas son unas especies de caretas que se le colocan a los caballos de carreras, esto tiene el propósito de limitar su visión panorámica, de manera que el equino no se distraiga y solo se enfoque en el frente de la carrera. Cuando llega la prueba debemos tomar nuestras gríngolas espirituales, y enfocarnos en el propósito de Dios en nuestras vidas. Muchas personas llegan a niveles de depresiones, y hasta el suicidio, porque perdieron su norte y su propósito para vivir; hay propósitos y metas humanas que son tan frágiles, vacías y carentes de sentido, que se derriban y arrastran con sus escombros a los que han puesto en ellos su confianza.
"IN GOD WE TRUST”, Es la inscripción que aparece en el billete del Dólar, la moneda más fuerte y de uso para el intercambio internacional de divisas, su traducción "Nosotros confiamos en Dios". Debemos confiar y enfocarnos que la salida vendrá del Señor,”Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar."(Heb 12:2-3 RV60)Enfócate en la Fe, confía plenamente en Dios. En una ocasión Jesús se les apareció en el mar mientras pescaban, Pedro pidió llegar donde estaba El, mientras caminaba sobre el mar comenzó a observar la fuerza del viento, su fe se resquebrajo y comenzó hundirse, Jesús tuvo que salvarlo y reprenderlo por su falta de Fe."Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Mat 14:29-31 RV60)"No es el momento de improvisar, tienes que mantenerte firme en lo que has aprendido. En momentos de prueba siempre estaremos en una actitud reaccionaria, que nos llevara a tomar decisiones basadas en las influencias del estado de humor en que nos encontremos, esto podría llevarnos a profundizar la crisis y alargar el periodo de la prueba. Debemos estar quietos, sobrios y usar las herramientas que Dios nos ha dado. Un emblemático hombre, que puede decirnos que hacer en medio de la prueba, fue Job y dijo lo siguiente:"Mi pie ha seguido firme en su senda, su camino he guardado y no me he desviado. Del mandamiento de sus labios no me he apartado, he atesorado las palabras de su boca, más que mi comida". (Job 23:11-12 LBLA)También la Biblia nos recomienda, en función de la firmeza:"Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz". (Efe 6:14-15 RV60)2.- TEN UNA ACTITUD CORRECTALa actitud es la manera de estar alguien dispuesto a comportarse u obrar. Muchas veces la postura de tu cuerpo revela tu estado de ánimo y por ende tu actitud.Unas de las actitudes más comunes es la negación. Cuando somos sometidos a la prueba, usamos frases tales como "esto no puede estar pasándome a mí”,” esto es una pesadilla, no es real". Entramos en un estado de negación, que forma parte de nuestro sistema de defensa, para rechazar cualquier información que pueda causarnos dolor. La realidad es que, aunque seamos especiales para nuestro Dios, y contemos con su cobertura y cuidado, no estamos exentos de pasar todo tipos de pruebas, permisadas por El mismo. Por lo tanto, debemos aceptar la copa que Él nos da de tomar, tanto para alegrarnos, como para hacernos llorar, ya que nunca pasaran estas cosas sin que aprendamos una lección.No te niegues a la prueba, camina y supérala. La prueba siempre tiene un tiempo de expiración, aunque cuando la vivimos pensamos que nunca terminara.Un adagio popular dice: “No hay mal que dure cien años y ni cuerpo que lo resista”. Así que, caminemos hacia delante, llorando cuando nos toque llorar, levantarnos cuando caigamos, soltando todo peso de los fracasos anteriores y no permitiendo nunca que los sentimientos de culpabilidad nos arropen (este es un espacio que el enemigo toma para desbaratarnos), pronto veremos la luz al final del túnel, y Dios estará allí para galardonarnos.El gran Apóstol Pablo escribió esto:Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2Co 12:7-10 RV60)Pronto la actitud del apóstol Pablo cambiaria para siempre. En una ocasión, junto a su compañero de batalla “Silas”, mientras extendían el reino mediante la predicación, fueron acusados de alborotadores por los habitantes de la ciudad de Tiatira, quienes de inmediato lo llevaron a los magistrados, estos después de azotarlos los echaron a la cárcel. Quizás esta circunstancia hubiese provocado una actitud de negación en ellos. Pero debido a las experiencias anteriores sus actitudes fueron otras. De sus bocas salieron canticos de alabanza y agradecimiento, y esto provoco la liberación de los presos y la conversión milagrosa del carcelero. Así que, en medio de la prueba prepara tu mejor alabanza: "Cantare a Jehová por siempre"“Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa.”(Hch 16:25-32 RV60)
III.- RESPONDE CON TU ARSENAL.
Unas de las cosas que debes tomar en cuenta es que, en la prueba siempre estará la influencia de satanás. El estará para disfrutar tus momentos de desgracias, reír de tus lágrimas, y consumirse de la excitación que le produce tu dolor, todo esto motivado a su desprecio de todo lo creado o tenga que ver con Dios. Su enfoque a la destrucción, llevara consigo que tú te conviertas en unos de sus objetivos preferidos.A pesar de esto, debemos saber que Dios nos ha dotado de armas de defensa y ataque, para poder repeler todo el poder bélico contrario que se desata contra nosotros.“Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y perseveren en oración por todos los santos. “(Efe 6:10-18 NVI)Muchas veces no conocemos el inventario de armas y estrategias que Dios nos ha dado para combatir la guerra contra las fuerzas oscuras del mal, esto puede provocarnos derrotas innecesarias y pérdidas de tiempo. En la guerra no vencerás si estas desarmado o desconoces los próximos movimientos del enemigo, por eso se hace necesario conocer las armas que tienes y como debes utilizarlas, y en qué momento accionarlas. La Biblia dice:“porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,”(2Co 10:4 RV60)Los países en guerra usan todo tipo de estrategias para ganarla, unas de las que pueden determinar éxito de ella, son los datos de inteligencia. Conocer cómo se mueve, cuál será el próximo paso, y descubrir sus planes serán elementos claves para derrotar al enemigo. Una de las ventajas que tenemos como creyentes es que disponemos del apoyo del cielo, Dios revelara los planes del enemigo, descubrirá sus estrategias y nosotros utilizaremos esos datos para prevenirnos, defendernos y atacar.“para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.”(2Co 2:11 RV60)
Por último, saca “La espada del Espíritu que es la Palabra de Dios” y ataca. El Señor Jesús estuvo cuarenta días y cuarenta noches en el Desierto, donde satanás descargo su mejor repertorio bélico para hacerlo desistir del plan Divino. Aunque las condiciones físicas y ambientales no eran las más cómodas, rebatió todos los argumentos falsos y ataco con la espada poderosa de la palabra, haciendo poner en huida al peligroso enemigo. No olvides ninguna de las palabras que haz recibido, ni de las instrucciones aprendidas, serán el arma secreta que hará correr a ese gran león rugiente.“Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.”(Luc 4:8 RV60)
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